El miércoles, Biden respondió afirmativamente a un periodista que le preguntó si Putin era «un asesino», en una entrevista con la cadena ABC.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se burló este jueves de su homólogo estadounidense Joe Biden por haberlo tachado de «asesino» la víspera durante una entrevista en televisión, e insistió en que Rusia defenderá sus intereses ante Estados Unidos.
Esta disputa podría sumir la relación entre ambos rivales geopolíticos en una nueva espiral de tensiones, a pesar de que ambas potencias habían expresado su voluntad de cooperar en casos de interés común.
«El que lo dice lo es», soltó Putin este jueves, sonriendo, en declaraciones retransmitidas por la televisión rusa.
«No se trata únicamente de una expresión infantil, de una broma. Tiene un sentido profundo y psicológico. Siempre vemos en los demás nuestras propias cualidades, pensando que son como nosotros», declaró.
El miércoles, Biden respondió afirmativamente a un periodista que le preguntó si Putin era «un asesino», en una entrevista con la cadena ABC.
«Defenderemos nuestros intereses y trabajaremos con (los estadounidenses) cuando las condiciones nos resulten beneficiosas», insistió Putin este jueves.
Por la noche, volvió a manifestarse para ofrecer a Biden «una discusión» en «directo» el viernes o lunes, que sea transmitida en internet o en televisión.
«Sería interesante para el pueblo ruso, el pueblo estadounidense y de muchos otros países», señaló. La Casa Blanca no respondió en lo inmediato y la portavoz Jen Psaki se limitó a decir que Biden viaja el viernes y está «muy ocupado».
Pese a la ironía manifestada por Putin, Moscú no dudó en subrayar que las afirmaciones de Biden eran inaceptables.
– Llamado a consultas inédito –
Tomando una disposición inédita desde 1998, el ministerio ruso de Relaciones Exteriores llamó a consultas a su embajador en Estados Unidos para discutir sobre el futuro de la relación entre Moscú y Washington, «estancada».
Según la embajada rusa en Washington, las «declaraciones imprudentes de responsables estadounidenses corren el riesgo de provocar el colapso de relaciones ya de por sí conflictivas».
El Kremlin, por su parte, denunció unas afirmaciones que demuestran que Biden «claramente no quiere mejorar las relaciones con nuestro país».
No obstante, el Departamento de Estado estadounidense dijo a la AFP que no tenía previsto llamar a consultas a su representante en Moscú.
En la misma entrevista, Biden afirmó que quería hacer que el presidente ruso «pague» por la injerencia en las elecciones estadounidenses de 2016 y 2020, una acusación que Moscú rechaza.
Putin «pagará las consecuencias», advirtió Biden. «Pronto verán el precio que va a pagar», insistió.
El presidente de la cámara baja del Parlamento ruso, Viacheslav Volodin, calificó esas declaraciones de «insulto» y «ataque» a Rusia.
– Sanciones y contrasanciones –
Las relaciones entre Moscú y Washington y, en general, entre Rusia y los países occidentales, se han deteriorado desde hace años, a raíz de la anexión de Crimea, la guerra en Ucrania, el conflicto en Siria y el envenenamiento y posterior encarcelamiento del opositor ruso Alexéi Navalni, entre otros asuntos.
En este contexto, se han adoptado múltiples sanciones y contrasanciones. Washington anunció el miércoles que extendería las restricciones a la exportación de productos ‘sensibles’ a Rusia, y este jueves amenazó con sanciones a «todas las entidades involucradas» en el polémico proyecto del gasoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania.
El jueves, el grupo de países del G7 denunció de nuevo la «ocupación» que Rusia ejerce en Crimea.
Putin respondió a Biden durante una videoconferencia con representantes de la sociedad civil de esa península.
Desde su llegada a la Casa Blanca, Biden ha manifestado una gran firmeza respecto al Kremlin, en contraste con la indulgencia que solía mostrar su predecesor, Donald Trump, criticada por los demócratas y por parte del Partido Republicano.
Si las relaciones entre ambas potencias se degradaran aún más, la incipiente cooperación en casos de interés común podría verse amenazada.
El ejemplo más claro, citado por Biden, sería la prolongación del tratado de limitación de arsenales nucleares New Start, acordada a principios de este año.
Otros temas en que rusos y estadounidenses contemplaban colaborar son el programa nuclear iraní o la crisis climática, según Moscú.
No obstante, Biden insistió en que desea «trabajar» con los rusos en temas que sean «de mutuo interés».
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, elogió el «lenguaje muy claro» de Biden con Putin, pero no quiso «comentar o evaluar» el calificativo de «asesino».