CEPA denunció el pésimo estado en que se encuentra el depósito de agua orureño y pidió acciones urgentes para disminuir la contaminación, a lo que se suma el cambio climático.

El impacto de la contaminación hace estragos en el lago Uru Uru, del departamento de Oruro, que pasó de ser un refugio de flamencos y otros animales a víctima principalmente del desecho irresponsable de plásticos y otras basuras, la minería y las aguas servidas.

«Nuestro lago Uru Uru es como una barrera, además alimenta las aguas subterráneas de muchos municipios, alberga una flora y fauna increíbles», explicó en La Razón Radio el coordinador general del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), Limberth Sánchez.

Pese a las denuncias y pedidos de ayuda de CEPA desde hace años, la situación del lago no hizo más que empeorar. La institución espera que las autoridades tomen acciones para salvar este centro de vida, importante además para la actividad agropecuaria.

«Tiene serios problemas y son estructurales, primero uno de los impactos que está ocasionando una degradación ambiental son las aguas ácidas de la mina San José, desde hace mucho tiempo se están evacuando aguas ácidas al lago sin ningún tratamiento».

Estudios apoyados por la institución identificaron arsénico, cadmio, plomo, zinc e incluso mercurio en el lago, pues además de ser altamente ácida, el agua proveniente de la actividad minera arrastra metales pesados que hacen imposible la vida de la flora y fauna en este sitio.

«Después vemos la contaminación por aguas servidas, si uno está en Oruro y va al baño, al sanitario bota el agua y no sabe a dónde va este alcantarillado y precisamente es una de las aguas que aporta al Uru Uru».

Aunque existe una planta, el experto afirmó que no siempre el tratamiento es realizado de manera adecuada, lo que implica que en más de una ocasión las aguas servidas pasen directamente al lago.

«Finalmente los plásticos, creo que es una situación que está creciendo. Yo hace 10 años estaba permanentemente viajando al lago Uru Uru y vimos cómo crecía, hace 10 años que vamos denunciando».

Por lo pronto, Sánchez informó que, tras publicar fotografías del impacto ambiental que sufre el lago, de parte de la Alcaldía se comprometió dos jornadas de limpieza, la Gobernación también irá a hacer inspecciones, además que una empresa anunció que se llevará todo el plástico que fue desechado allí para reciclarlo.

«Ya las nuevas autoridades que en mayo van a ser posesionadas esperemos que den continuidad a estas iniciativas, creo que es algo urgente».

El cambio climático es otra de las amenazas que enfrenta el Uru Uru, distante a unos 10 kilómetros de la capital orureña, lo cual impacta en la reducción de sus aguas, al igual que sucede con otros lagos como el Poopó.

La responsabilidad no solo es de las autoridades, la población también puede aportar con un desecho responsable del plástico y otras basuras, además de respeto y conciencia sobre los ecosistemas.