Después de dos años, el expresidente Evo Morales y la cúpula de la Central Obrera Boliviana (COB) agarraron el banner del máximo ente laboral y marcharon juntos retomando, de ese modo, las buenas relaciones que había entre los cobistas y el Órgano Ejecutivo del país.
Es más, el máximo líder de los trabajadores Juan Carlos Huarachi reforzó la retórica del golpe de Estado que instaló el Gobierno del MAS para descalificar los conflictos sociales que derivaron con la renuncia de Evo Morales, quien este sábado se sumó a los festejos por el día de los trabajadores en Santa Cruz.
De esta forma, se dejó en el olvido que Juan Carlos Huarachi pidió la renuncia de Evo Morales en noviembre de 2019 y que el mandato del líder cobista fue ampliado en marzo de 2020, cuando la pandemia no había llegado a Bolivia.
“Hubo dirigentes detenidos, nos costó recuperar la democracia, han correteado a nuestros compañeros”, dijo el dirigente este Primero de Mayo.
Luego sostuvo: “Todos tenemos que unirnos y ponernos la camiseta para sacar adelante nuestro país. Eso es lo más importante, los trabajadores no solamente somos asalariados, también velamos por la estabilidad económica”.
El jefe de Estado lanzó el guiño a los dirigentes laborales y les agradeció su apoyo. También les pidió unidad para defenderse de los supuestos intentos de desestabilización contra su gobierno desde los sectores opositores.