Uno de sus papeles más famosos fue el de doña Espotaverderona Torquemada, la madre de la Chimoltrufia, para el programa Los Caquitos de Roberto Gómez Bolaños

México llora a una de las figuras de la Época de Oro del cine mexicano. A los 89 años, la comediante y actriz Anabel Gutiérrez falleció el domingo, 21 de agosto, dejando como herencia medio centenar de producciones.

La noticia fue confirmada por su sobrino, el periodista mexicano José Luis Arévalo, que escribió en las redes «Siempre estuvo conmigo, siempre atenta y cariñosa… son muchos los bellos recuerdos que tengo con ella y de ella… hoy tuve la fortuna de estar con ella y cuando nos despedimos, me reconoció y me dio la bendición».

Gutiérrez comenzó su carrera desde muy joven, participando como extra en la película El diablo no es tan diablo, cuando tenía 16 años. 

Escuela de vagabundos (1955), Angelitos del trapecio (1959), Música en la noche (1958), Las aventuras de Pito Pérez ( 1957) y El coyote emplumado (1983) fueron algunos de sus filmes más reconocidos y con los que logró consolidarse como una figura de la llamada Época de Oro del cine mexicano.

Uno de los papeles más populares que interpretó a largo de su carrera y por el que la conoce toda Latinoamérica es el de doña Espotaverderona Torquemada, la madre de la Chimoltrufia.

También participó en varios proyectos de televisión, como algunos capítulos de Mujer, casos de la vida real (2002-2005) y en las telenovelas Bajo la misma piel (2003), Locura de amor (2000) y Carita de ángel (2000), que se vieron en Bolivia.