Tras la visita papal, el vehículo solo ha sido utilizado en algunas tareas administrativas, pero la caída de los ingresos ha inducido al Arzobispado a sortearlo.
Un automóvil usado por el papa Francisco en Panamá en 2019 con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, será sorteado para recaudar fondos para programas sociales. Así lo anunció este jueves la Iglesia Católica.
El vehículo, un Toyota Prius de color azul de 2019 con 14.000 kilómetros de recorrido, será rifado para paliar la merma en los ingresos de la Iglesia por la pandemia de COVID-19. La información la brindó el arzobispo de la capital panameña, José Domingo Ulloa, en rueda de prensa.
«Realmente ese carro es muy especial, ahí iba el papa» en sus desplazamientos. Y lo hacía antes y después de ir a bordo del «papapamóvil» blanco en los eventos multitudinarios, indicó Ulloa.
La meta es recaudar un millón de dólares con esta «gran rifa solidaria», en la que se pondrán a la venta 100.000 billetes a 10 dólares cada uno, para un sorteo que se realizará el 20 de agosto.
«Es un carro para todos, incluso para los no creyentes porque tiene un significado histórico», manifestó Ulloa, quien agregó que la situación financiera del Arzobispado «está difícil».
El papa argentino visitó Panamá del 23 al 27 de enero de 2019. La misa campal de cierre de la Jornada Mundial congregó a más de 700.000 personas, según los organizadores. Francisco también visitó un centro de detención para menores y un refugio para personas con VIH.
Poco uso
Tras la visita papal, al automóvil usado por el papa se le atribuyó algunas tareas administrativas, pero la caída de los ingresos ha inducido al Arzobispado a sortearlo.
«A raíz de la pandemia de COVID-19, la economía lo ha resentido; y así también como los ingresos en todas las organizaciones y en las casas han disminuido, la Iglesia no escapa de esa realidad». Dijo por su parte Víctor Chang, contralor de la Arquidiócesis.
«La recaudación no ha llegado a los niveles de antes de la pandemia», indicó Felipe Fábrega, director general de la campaña.
«Producto de la pandemia hay muchas más necesidades». Y los fondos que se obtengan con la rifa servirán «para ayudar a las personas más vulnerables y más desprotegidas», agregó Fábrega.
El Arzobispado mantiene centros de atención a familias pobres, comedores populares y centros para personas con VIH, entre otros programas sociales.