
Así se expresó Tomás Monasterios, de Libre, hacia Rodrigo Paz:
«El “¡viva la patria, caraj0!” no llena el tanque.
Tampoco la billetera.
Bolivia no necesita arengas. Necesita soluciones.
Ayer escuchamos promesas. Muchas. Demasiadas.
Pero el país ya no vive de discursos. Vive de filas, escasez e incertidumbre.
Rodrigo Paz habló de libertad, de fe y de patria.
Bien. Pero ahora el país espera hechos, no metáforas.
Anunció cisternas, pero seguimos en filas.
Prometió dólares, pero la escasez persiste.
Dijo que cerraría ministerios inútiles, pero no tocó un solo privilegio.
Nombró al pasado. Pero el pasado no gobierna.
Hoy el poder lo tiene él. Y el tiempo ya empezó a correr.
No vine a aplaudir. Vine a exigir.
Porque un presidente no se mide por el volumen de su discurso, sino por la firmeza de sus decisiones.
La patria no necesita show. Necesita coraje, dirección y resultados.
Gobernar es dar respuestas, no dar excusas.
Y Bolivia ya no tiene tiempo que perder».

