El Decreto Supremo 5503, que forma parte del paquete de ajuste económico del Gobierno, instruye al Banco Central de Bolivia (BCB) a iniciar el tránsito hacia un nuevo régimen cambiario. La disposición señala que la entidad deberá “adecuar y transitar hacia un nuevo régimen cambiario, con el objetivo de fortalecer la estabilidad macroeconómica, preservar la competitividad externa y contribuir al equilibrio de la balanza de pagos”.

La instrucción está contenida en el artículo 120 del extenso decreto, uno de los últimos apartados de la norma que establece medidas económicas frente a la crisis que atraviesa el país. Actualmente, Bolivia mantiene un régimen de tipo de cambio fijo de Bs 6,96 por dólar vigente desde 2011; sin embargo, la escasez de divisas ha derivado en la aparición de un mercado paralelo con una cotización superior.
El viraje hacia un esquema más flexible ya había sido anticipado anteriormente por el presidente del BCB, David Espinoza, quien anunció la intención de modificar el régimen cambiario como parte de los ajustes estructurales. En esa línea, el decreto establece que el Ministerio de Economía coordinará e instruirá “la implementación progresiva del nuevo régimen cambiario en línea con su política económica”.
La norma faculta además al BCB a aplicar mecanismos de intervención en el mercado, administración de liquidez, gestión de reservas internacionales y estrategias de comunicación al público, todo en el marco del nuevo régimen que se pretende implementar.
Asimismo, el decreto ordena la coordinación con la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) para adecuar la normativa vigente, fortalecer la gestión de riesgos cambiarios y garantizar la continuidad y estabilidad de los servicios financieros.
Finalmente, el texto establece que el BCB “coordinará con la Aduana Nacional y otras entidades competentes del Órgano Ejecutivo la adopción de medidas de control, facilitación y monitoreo de operaciones de comercio exterior y flujos de divisas, con el fin de garantizar la transparencia, trazabilidad y correcto funcionamiento del mercado cambiario”.

