Jóvenes y niños que estudian en el vecino país se han visto obligados a cruzar la frontera por pasos clandestinos, así como las decenas de hombres y mujeres que tienen una fuente laboral “al otro lado”
El Paso Internacional Salvador Mazza-Yacuiba lleva un año cerrado a causa de la pandemia de la Covid-19. Desde el 10 de marzo de 2020, los comerciantes y bagayeros de esa zona no han podido realizar sus actividades con normalidad. Los estudiantes que viven en San José de Pocitos, pero estudian en el vecino país, se han visto obligados a cruzar la frontera por pasos clandestinos, así como las decenas de hombres y mujeres que tienen una fuente laboral “al otro lado”.
A un año del cierre del Paso Internacional, quienes viven de la actividad comercial en la frontera se sienten desesperados y piden a las autoridades de la Cancillería apresurar las gestiones con sus pares de Argentina. Por eso dieron un plazo de 72 horas para que una comisión se traslade hasta Yacuiba para discutir este único que tema, pues de esto depende la economía de más de mil familias.
Juan Carlos Llanque, presidente de la Asociación de Bagayeros del Gran Chaco, recordó que el paso fronterizo en Yacuiba se cerró desde el 10 de marzo de 2020, primero por una movilización de transportistas en Salvador Mazza y luego por la pandemia del coronavirus.
Desde entonces los bagayeros no han podido trabajar con libertad, pues por la cuarentena se mantuvieron en sus casas por más de seis meses. Si bien se flexibilizaron ciertas actividades, el Paso Internacional sigue cerrado, lo que frena su labor de bagayo.
Por eso este sector realizó una reunión de emergencia el sábado 13 de marzo. Donde resolvieron dar 72 horas a las autoridades de la Cancillería Boliviana, “o a representantes que tengan poder de decisión”, para coordinar reuniones con autoridades de Argentina y de una vez se concrete la habilitación del Paso Internacional.
“Este plazo se vence el jueves. Queremos saber qué tipo de avances ha tenido esta gestión. La gente está muy desesperada, quiere trabajar, por eso nos declaramos en estado de emergencia”, dijo Llanque, a tiempo de advertir que, si esa comisión no llega hasta Yacuiba, los bagayeros realizarán el cierre total de la frontera, pues recordó que actualmente el transporte internacional sí pasa hacia el vecino país.
Llanque dijo que este sector tiene el apoyo de los gremiales y el Comité Cívico de San José de Pocitos, organizaciones que emitieron un pronunciamiento para que se abra el paso fronterizo.
El dirigente de los bagayeros explicó que en Yacuiba y San José de Pocitos muchas actividades han vuelto a la normalidad, menos las que ellos realizan. Esto debido a que el Paso Internacional está cerrado con barreras, lo que impide el paso peatonal. Sin embargo, recalcó que muchas actividades fronterizas se siguen realizando.
“Por los pasos no autorizados todo es normal, la gente entra, sale, pasan todo tipo de mercadería, sin ningún cuidado ni medida de bioseguridad. En cambio, nosotros pedimos que se legalice el paso fronterizo, donde haya medidas de bioseguridad y todo tipo de control. A eso apuntamos”, dijo Llanque, quien explicó que incluso los estudiantes que pasan clases en Salvador Mazza se vieron obligados a buscar pasos clandestinos, siendo vulnerables a hechos de violación o trata y tráfico de personas.
La normalidad del “otro lado”
El presidente de la Asociación de Bagayeros del Gran Chaco advirtió que los efectos negativos del cierre de frontera la están sufriendo los bolivianos. Ya que en el vecino país el transporte y el comercio es normal.
“En Salvador Mazza están mejor, porque los bolivianos van allá y compran su mercadería, usan su transporte, comen y se toman un refresco allá, mueven la economía allá. En cambio, del otro lado no pueden pasar aquí y los comerciantes no venden y nosotros no trabajamos. La gente aquí no sufre por el Covid, sufre porque ya no hay qué comer”, recalcó.
No solo depende de Bolivia
La diputada por el Movimiento al Socialismo (MAS), Lidia Tupa, ha seguido de cercado las demandas de los comerciantes y bagayeros de San José de Pocitos, a ella le encomendaron las gestiones para que se abra el Paso Internacional.
Sin embargo, Tupa enfatizó no es solo una cuestión de Bolivia, sino también de Argentina. La parlamentaria explicó que participó de una reunión en la que participaron representantes de la Cancillería de Argentina, donde se expuso esta demanda.
Por el momento, el único acuerdo es que se presentará un registro con el nombre de los estudiantes que pasan de San José de Pocitos a Salvador Mazza para que transiten con autorización. También se pidió dar prioridad a los bagayeros, sin embargo, este último punto no está aún aprobado.
“El primer paso es que se entrega esta lista y luego de manera gradual se abrirá el paso a quienes lo necesiten. Por ahora está pendiente que los bagayeros hagan llegar la lista de quienes requieren pasar de un lugar a otro. Ellos quieren la apertura total de la frontera, pero esto no es posible por ahora”, recalcó.