Detrás de la imagen del Amigo, Compadre y El Padrino, que cuidaba a niños, Lucio G. (de 41 años), un boliviano nacionalizado español, se escondía un pedófilo que llevaba una década violando a menores de edad en Barcelona, España. Videos de sus abusos alojados en el sitio Dark Web (ilegal) dieron pistas para detenerlo.
A Lucio le conocían como El Padrino, Amigo y Compadre porque solía ganarse la confianza de las personas, en su mayoría familias de migrantes bolivianos que eran parte de su entorno. “Déjame al niño que lo pasará muy bien conmigo” o “tranquilo, compadre, que yo lo recojo del colegio”, así convencía el violador a los padres de los pequeños, según el diario ABC.
El hombre llevaba más de una década (2013) agrediendo sexualmente a menores de entre tres y 10 años. Ya fueron identificadas seis víctimas y dos de ellas ya son adultas. El pedófilo grababa las agresiones sexuales escondiendo su rostro, pero subía los videos y fotos a foros a Dark Web (web oscura).
El modo de operar del violador consistía en dar regalos a los niños, luego los amenazaba y castigaba. El menor de sus víctimas tiene tres años; el mayor 23. Hace 13 que el agresor dejó de violarlo. Nunca lo había contado. Lucio G. lo llevaba al monte o lo encerraba y fue un amigo suyo de 18, también abusado por el violador, el que también ayudó a la investigación policial.
El boliviano fue arrestado el 11 de enero, después de seis días de vigilancia e investigación.
La pistas
El 5 de enero, los investigadores españoles recibieron de sus pares australianos grabaciones y fotografías con contenido pedófilo, una pista con la que se inició la indagación, hasta que un fotograma (imagen impresa químicamente) se ve el tejado de una casa en Barcelona que los llevó hasta su guarida.
Se aislaron imágenes fragmentadas para obtener la identidad del agresor. Posteriormente, repasaron los videos del agresor. En un fotograma borroso aparece una ventana y a través de ella vislumbraron tejados de una calle, que localizaron a través del vía Google maps.
Mientras otros diseccionaban las imágenes de las agresiones sexuales, otros las rastreaban en la red oscura en busca de modismos y giros de quien habla o escribe. Verificaron además en foros de distribución de pornografía infantil, contextualizando datos mínimos y luego los cruzaron con bases de Inteligencia.
El 8 de enero, la Policía identificó al violador y su domicilio, luego inició una vigilancia y el 11 lo aprehendió. Es posible que haya otras víctimas, porque el hombre fue entrenador de fútbol hace unos años en España.