María Griselda Borda Orellana, una teniente de navío de 34 años que representaba a Bolivia en un red latinoamericana de autoridades marítimas, fue encontrada sin vida en una habitación de Puerto Quijarro, en Santa Cruz, la noche del feriado por el año nuevo andino, el 21 de junio.

Al principio, parecía tratarse de un suicidio, pero, al examinar la escena se hallaron varios elementos que permitieron a los investigadores sospechar de un feminicidio.

María Griselda Borda formaba parte de la Fuerza Naval de Bolivia,

con asiento en la Capitanía de Puerto Quijarro. La Policía de este lugar recibió una llamada anónima que señalaba que en el interior de un domicilio había una persona muerta.

A las 23:00, unos efectivos fueron a verificar la denuncia al barrio San Juan y comprobaron el crimen. A simple vista, parecía que ella se hubiera quitado la vida disparándose con un arma de fuego.

Sin embargo, la víctima también tenía otras heridas de arma blanca y de golpes en la cabeza. También se descubrieron otros indicios que demuestran que otra persona le causó la muerte.

Tres militares fueron arrestados con fines investigativos, pero luego uno solo fue aprehendido, con quien la víctima tenía una relación sentimental.

La Red de Mujeres Autoridades Marítimas de Latinoamérica (MAMla) lamentó la trágica muerte de la teniente de navío y destacó las cualidades de Borda.

«Nuestra querida miembro Tte. Navío. CGON María Griselda Borda Orellana fue una persona excepcional que durante sus años de trayectoria en nuestra asociación, se destacó por su gestión activa como Representante del Estado de Bolivia ante nuestra Red y por ser cronista en nuestra sección de Crónicas Marítimas. Reconocida como MAMLas al Timón, por su trayectoria inspiradora. Sus cualidades personales y su calidad humana, la convirtieron en un miembro invaluable para nuestra Asociación».

Los restos de la teniente de navío, según un portal de noticias, iban a ser trasladados hoy lunes a Cochabamba, para el entierro.