«La Iglesia no puede mostrarnos su romanticismo en un caso de violencia sexual”, mencionó.
La defensora del Pueblo, Nadia Cruz. Foto archivo
La defensora del Pueblo, Nadia Cruz, indicó que en pasados días grupos de iglesias ingresaron al centro de salud donde estaba la niña de 11 años que está embarazada a consecuencia de una violación, para ejercer presión sobre la decisión, cuando la víctima ya había iniciado un tratamiento con medicamentos.
“Esto ha generado también una afectación dentro del mismo centro de salud, me refiero a que (la niña) ya había iniciado con el procedimiento medicamentoso. En este momento la niña está a la espera de culminar su embarazo o generar un procedimiento natural de desprendimiento y eso físicamente en una niña de 11 años debería de generarnos indignación”, indicó Cruz.
Aseveró que el caso será presentado ante el Sistema Interamericano porque hubo vulneración de derechos humanos. Indicó que en casos como éste, la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia, y los centros de salud debían haber precautelado y tomado como sujeto de derechos no a la familia, sino a la víctima.
«La niña ha manifestado su voluntad para ser sometida a una interrupción legal del embarazo, tomando en cuenta la situación de violencia que ella había vivido anteriormente. Lastimosamente tenemos información de que en el centro de salud han sido permisibles a que ingresen grupos de iglesias a poder conversar y poder generar una suerte de presión en contra de ella, generar una suerte de condicionamiento en relación a la familia”, señaló Cruz, ante la prensa.
En cuanto al accionar de grupos religiosos, Cruz mencionó que “la Iglesia no puede mostrarnos su romanticismo en un caso de violencia sexual”.