La concentración del Movimiento Al Socialismo (MAS), en Shinahota, para recordar los dos años de la renuncia del expresidente Evo Morales y su retorno al país, hace un año, fue la oportunidad para que el Gobierno y organizaciones invoquen al fantasma del “golpe de Estado”, de noviembre de 2019.
El presidente Luis Arce junto al exmandatario y líder del MAS, Evo Morales.
Los asistentes al acto reafirmaron su llamado a la unidad y la defensa del proceso de cambio y la democracia mientras Morales convocó a movilizarse a las ciudades.
El presidente, Luis Arce, citado por EFE, aseguró que las protestas convocadas por gremiales y a las que se sumaron otros sectores opositores son intentos de un nuevo “golpe de Estado” en el país.
Dijo también que los comités cívicos «mostraron claramente su intención golpista» y que en realidad «desnudaron ya la cara» tras intentar mostrarse como demócratas usando la mentira como su principal arma en el conflicto.
Subrayó que en realidad «hay otros ricos que tienen mucho dinero», a los que no les interesa la paralización del país ante lo cual es necesario «la unidad del movimiento popular» y del Gobierno nacional para mantener las medidas de recuperación de la economía, salud y educación.
En la concentración, Arce recibió el respaldo de las organizaciones sociales que también se pronunciaron pidiendo que los líderes opositores sean procesados.
Nombraron a los expresidentes Carlos Mesa, Jorge Quiroga y el ex líder cívico y gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, entre otros.
Por su parte, Morales pidió a los militantes del oficialismo movilizarse en los nueve departamentos y marchar hacia las ciudades «para defender» al Gobierno de Luis Arce ante lo que consideran intentos de desestabilización.
Llamó también a sus bases a declararse en “estado de emergencia y movilización permanente”.
«Qué lindo sería (hacer) marchas a las ciudades pacíficamente para defender a nuestra revolución y a nuestro Gobierno a la cabeza de Lucho presidente, esa es nuestra obligación. De lo contrario vuelve la derecha para privatizar los recursos naturales», manifestó.
También pidió a los dirigentes de su partido replicar esa concentración en los nueve departamentos.
“Hermano Lucho, no está solo; estamos organizados, estamos movilizados. Vamos a defender nuestro Gobierno, vamos a defender nuestra revolución y vamos a demostrar cómo se defiende”, advirtió.
Durante la jornada de ayer también se pronunció el exsecretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrāo, quien denunció que en Bolivia hay un ánimo golpista.
La declaración, a través de la cuenta de Twitter, según ABI, se da luego de que el presidente del Comité pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, habló en las últimas horas de tumbar al gobierno del presidente Luis Arce y en el departamento de Cochabamba se anunció la rearticulación de la Resistencia Juvenil Cochala (RJC).
“Animo golpista vivo en #Bolivia: ‘Cívico cruceño habla de ‘tumbar al Gobierno’ y en Cochabamba anuncian rearticular la RJC’. La RJC es considerada organización paramilitar y que actúa fuera de la legalidad tanto por la CIDH/OEA cuanto por el GIEI (sic)», se lee.
En el cuarto día de paro, las medidas de presión continuaron en Santa Cruz, Potosí, La Paz, Cochabamba y Tarija. En las dos primeras regiones anunciaron que hoy habrá tolerancia para que la población pueda abastecerse.
En Chuquisaca, el Comité Interinstitucional integrado por las principales organizaciones cívicas y sindicales del departamento, convocó para hoy a un paro movilizado de 24 horas con bloqueos contra las normas consideradas “malditas”.