Los alimentos ultra procesados producen inflamación.
El dolor abdominal focalizado en la fosa iliaca derecha, vómitos, rechazo de la alimentación y fiebre en algunos casos, son los principales síntomas, aunque el diagnóstico requiere atención de especialistas.
Desde enero hasta la primera semana de junio en el hospital Regional San Juan de Dios de Tarija se realizaron 14 operaciones de apendicitis en niños de entre 7 y 10 años, es decir entre dos a tres intervenciones por mes. La enfermedad está entre las patologías más frecuentes que derivan en asistencia quirúrgica. Mientras, especialistas en nutrición recomiendan evitar alimentos ultraprocesados y grasas vegetales para precautelar la salud no solo de niños también de jóvenes y adultos.
Aunque las causas pueden ser diversas, Nils Casón, responsable de la Unidad de Pediatría del Hospital San Juan de Dios, explica que la principal es la inflamación del apéndice, una glándula que está ubicada en una parte del colon proximal del intestino de los niños y tiene una función linfoidea, es decir que es donde se desarrollan las defensas para algunas infecciones que pueden estar en el intestino.
“La apendicitis es una inflamación de esa glándula y que no se desinflama espontáneamente o con medicamentos, permanece inflamado y cuando permanece inflamado puede perforarse y puede producir una peritonitis, pero la causa principal es una inflación, ya sea por una infección intestinal o por una obstrucción de esa glándula que se puede deberse a veces una acumulación de heces o deposiciones, pues cuando el apéndice se bloquea las bacterias pueden multiplicarse en su interior (…)”.
Diagnóstico
Para el pediatra, el diagnóstico de la apendicitis es un poco más difícil en los niños porque a veces no pueden localizar bien el dolor y muchos de los signos clínicos no los pueden describir. “Mientras más pequeño es el niño es más difícil el diagnóstico”.
Es así que generalmente el diagnóstico se lo hace de manera clínica, es decir revisando al niño, exámenes de laboratorio o ecografía. “En algunos casos también se puede llegar a requerir una tomografía cuando la ecografía deja muchas dudas o no tiene la suficiente certeza”, explica Casón.
Clínicamente los síntomas que presentan los niños con inflamación del apéndice, inician con dolor abdominal, pueden presentar vómitos, rechazo de la alimentación y algunos casos diarrea, por tanto, conforme pasan las horas el dolor se va localizando, pues comienza en la boca del estómago, se focaliza en la fosa iliaca derecha y comienza después con fiebre.
“La presencia de fiebre, dolor en la fosa iliaca derecha y que se hace más agudo y más fuerte cuando uno lo presiona en ese lugar, indicar que ese niño puede tener apéndice y ahí se pide los laboratorios, ecografía, para confirmar o descartar el diagnóstico”, detalla el especialista.
Tratamiento
Por el avance de la medicina y la tecnología, hoy en día, si se detecta la inflamación del apéndice de manera temprana, con un tratamiento médico no se requiere la intervención quirúrgica. Sin embargo, cuando el niño desarrolla una apendicitis gangrenosa, es decir con daños (pudriendo o perforando órganos) el tratamiento es 100% quirúrgico.
En ese sentido, Casón recomienda a los papás evitar la automedicación a los niños, tampoco darle mates o infusiones, ya que eso hace que el diagnostico sea mucho más difícil.
“A veces tenemos la costumbre que, cuando los niños tienen dolores abdominales es darles mates, a veces eso perjudica, porque en los niños las infusiones y mates pueden producir intoxicación, que se manifiestan con vómitos, distención de los intestinos, y que pueden traer otras complicaciones o puede enmascarar un cuadro de apéndice”.
“Comodidad” lleva a un descuido de alimentación
Para el nutricionista, Andrés Canedo, la comodidad lleva a algunos papás a desatender la alimentación de los niños, pues el fácil acceso y el precio de los productos ultraprocesados como los cereales, enlatados, jugos embotellados, grasas vegetales, entre otros, ocasiona a la largo daños en la salud.
“Cuando consumimos alimentos procesados estamos haciendo que nuestro cuerpo empiece a cambiar esa microbiosa y genere diferentes tipos de afecciones a nivel gástrico, entre ellas generar inflamación del apéndice y generar una apendicitis que puede derivar en otros tipos de situaciones como una peritonitis entre otros tantos problemas”.