La niña ya se encuentra estable, pero es sometida a análisis para determinar la gravedad de las secuelas del veneno de alacrán

La niña de un año y once meses que fue picada por un alacrán, cuando estaba en su vivienda en el municipio cruceño de San Ignacio de Velasco, se encuentra estable, pero se enfrenta a las secuelas que le provocó el veneno.

“La niña está estable. La picadura ha sido el día viernes. Llegó cuatro días después y ya no se le pudo poner el antídoto porque ya no se justifica el antídoto, ya no tiene acción”, indicó la subdirectora del Hospital de Niños, Lilian Brun.

“El problema que ahora tiene son las complicaciones por el veneno de la picadura de alacrán y eso se está manejando con especialistas”, agregó la doctora.

La niña quedó con el lado derecho de su cuerpo paralizado tras sufrir una embolia debido a las toxinas del veneno.

Los médicos aún desconocen la gravedad de las secuelas y aguardan los resultados de unos análisis para brindar más detalles del diagnóstico.

“Estamos pidiendo algunos estudios más y esperamos la resonancia magnética”, indicó Brun.

La familia de la niña denunció que el médico en San Ignacio de Velasco solo colocó un antialérgico a la menor, cuando ya tenía medio cuerpo paralizado.

En tanto, el gerente de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Carlos Hurtado, señaló que el doctor aseguró que alertó a la familia el riesgo y sugirió que sea llevada al Hospital del Niño, en la ciudad de Santa Cruz.

Hurtado reconoció que este suero antiescorpiónico no está disponible en ningún centro de salud, pues solo se aplica en segundo o tercer nivel porque puede generar efectos adversos que deben ser monitoreados.