Hasta el año 2017 el acumulado de deforestación en el departamento llegó a 216.659 hectáreas. Esa extensión es similar a 20 veces del tamaño de la mancha urbana del municipio de Cercado-Tarija.
La deforestación ilegal en el departamento de Tarija, en un año, aumentó 18 puntos porcentuales, de 73 a 91 por ciento, según un informe de gestión de la Autoridad de Control y Fiscalización de Bosques y Tierras (ABT).
La última publicación de la revista “Deforestación en el Estado Plurinacional de Bolivia” muestra que en el periodo 2016 se deforestaron 4.028 hectáreas de manera legal, lo que es equivalente al 27 por ciento del desmonte realizado en Tarija. Al siguiente año la deforestación legal fue de 8.588, equivalente al 9 por ciento; el resto del desmonte fue ilegal (91 por ciento).
Solo en el periodo 2016-2017, los desmontes en Tarija alcanzaron las 15.058 hectáreas, cifra que es superior a la de Chuquisaca, Pando y Cochabamba.
En esos mismos años la deforestación en la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía llegó a 701 hectáreas. Mientras, en el Aguaragüe, categorizada como parque nacional y área natural de manejo integrado, alcanzó un total de 384 hectáreas.
El director departamental de la ABT en Tarija, Filemón Hinojosa, explicó que la actividad ilegal de desmontes no frenó, es por eso que también recaban información en las comunidades, de manera de abrir un proceso administrativo para sancionar a los infractores por aprovechamiento forestal no autorizado.
En las últimas dos semanas, finales de agosto e inicio de septiembre, la ABT junto a unidades operativas lograron incautar 5.000 pies tablares en diferentes lugares del departamento. Si bien se trata de zonas de poca accesibilidad, su idea es sentar presencia institucional.
Una de las intervenciones fue en Bermejo, donde se comisó 1.600 pies tablares de la especie cedro. Asimismo, se hizo un control en la provincia Cercado, principalmente en las zonas colindantes con la provincia O`Connor, donde identificaron lugares de aprovechamiento ilegal.
Ante esa situación, la ABT emitió las notificaciones a los infractores, pero también se hizo el levamiento de información técnica de datos para determinar los volúmenes de aprovechamiento forestal que hubo. Por otro lado, encontraron producto almacenado en esas regiones, los cuales eran trasladados en burro, un “tráfico hormiga”.
Un estudio de la Fundación Natura advierte sobre el riesgo de deforestación de las coberturas boscosas en unidades hidrológicas que aportan a nueve presas de Tarija. Por ejemplo, la unidad hidrológica del río Ihuiraru, que abastece a la presa Caigua, tiene 17.620 hectáreas de superficie boscosa, de las cuales el 67 por ciento se encuentran en “alto y muy alto” riesgo de perderse.
Las unidades hidrológicas del río Guadalquivir y río Santa Ana tienen en conjunto 12.530 hectáreas de bosque de las cuales el 48 por ciento está en “alto y muy alto” riesgo de deforestación.
En ese sentido, las otras unidades hidrológicas que aportan a otras presas como: Caigua, Calderas, La Tipa, Huacata, La Hondura, Trinchera Cabildo y Casa Vieja, el riesgo de deforestación entre 22 y 48 por ciento.