El Servicio Geológico (SGC), de ese país, registra desde finales de marzo un aumento de la actividad sísmica
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió este miércoles acelerar la evacuación de unas 7.500 personas que viven en las zonas aledañas al volcán Nevado del Ruiz, en el centro del país, en riesgo de erupción desde el 31 de marzo.
«Le hemos pedido a los Consejos de Riesgos Departamentales que aceleren la evacuación preventiva de 2.500 familias que están en alto riesgo por la contingencia del Nevado del Ruiz«, escribió el mandatario izquierdista en Twitter.
El Servicio Geológico (SGC) registra desde finales de marzo un aumento de la actividad sísmica del volcán que podría desencadenar una erupción en un lapso de días o semanas.
El viernes la autoridad aumentó a «alerta naranja» el nivel de riesgo de expulsión de material incandescente, cuando todavía ronda el fantasma del peor desastre natural en la historia del país, que en 1985 dejó 25.000 muertos.
«Durante las primeras horas de hoy, 5 de abril, se han registrado más de 2600 sismos» que alcanzaron Magnitudes Locales (ML) de 3,9, «la mayor» desde que se monitorea esa zona del volcán hace casi cuatro décadas, indicó el SGC en un boletín.
«Nos preocupa que los sismos cada vez se acercan más al cráter y esa, según los vulcanólogos, no es que sea la mejor de las señales», agregó el consejero presidencial Luis Fernando Velasco en una declaración a medios.
Con casi 5.400 metros de altitud el Nevado del Ruiz es recordado por la tragedia de la desaparecida ciudad de Armero en noviembre de 1985, cuando su erupción provocó una avalancha que dejó miles de fallecidos.
Los departamentos de Tolima, Caldas, Risaralda, Quindío y Cundinamarca están en alerta, informaron autoridades.
Unas 57.000 personas que residen en zonas cercanas al cráter humeante están bajo «amenaza alta», según la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres.
Apodado el «León dormido», el volcán entró en actividad a finales en los 1980 luego de décadas de silencio.
El mundo recuerda Armero por el rostro de Omaira Sánchez, una niña de 13 años que quedó atrapada entre los escombros de su casa y con el lodo hasta el cuello. Los medios de comunicación internacionales registraron su agonía de tres días.