Régimen Penitenciario informó que buscarán un sector del mismo recinto para poder trasladarlo y vigilarlo, ya que es un reo de «alta peligrosidad»
Los privados de libertad de la cárcel de máxima de seguridad de Chonchocoro de La Paz emitieron un pronunciamiento en conjunto en el que rechazan la presencia de Juan Pablo Escudero Rojas, el hombre que golpeó y mató a su propia madre de 75 años en una vivienda en la capital cruceña.
Así lo confirmó Juan Carlos Limpias, director de Régimen Penitenciario, a tiempo de señalar que a raíz de la posición de los reclusos, el sentenciado por parricidio no pasará a régimen abierto y se analiza el sector dentro del mismo recinto dónde será trasladado.
“Es elocuente lo que pasó, hubo una censura de la población, y no fueron una excepción los privados de libertad de Chonchocoro y Palmasola porque el sujeto no tenía ningún tipo de remordimiento de los hechos que hizo”, expresó Limpias ante los medios.
Aseguró que los internos calificaron de «alta peligrosidad» la presencia de Juan Pablo Escudero, ya que ellos reciben la visita de sus madres, esposas y niños, y en ese sentido, también buscan proteger a las familias que llegan hasta Chonchocoro.
Limpias dijo que también deben resguardar la integridad física del sujeto y como administración penitenciaria buscarán un bloque, con menos presencia de reclusos, para así poder vigilarlo, ya que es un privado de libertad de alto riesgo.
El viernes 14 de julio en una audiencia virtual, Juan Pablo Escudero se acogió a un proceso abreviado y la justicia decidió sentenciarlo con la condena máxima de 30 años de presidio sin derecho a indulto, acusado por el delito de parricidio.
El examen médico-forense realizado por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) determinó que Herminia Rojas Sejas, madre del acusado, perdió la vida producto de un shock hipovolémico y traumatismo de tórax por arma blanca.
El conmovedor caso se registró la noche del miércoles 12 de julio, en una vivienda ubicada entre el tercer y cuarto anillo de la avenida Piraí, cuando Juan Pablo atacó salvajemente a su progenitora por móviles económicos.