Los Incas analizan denuncia por discriminación contra Quispaya

“Todo Oruro nos quiere, nos ama; hay señoras que han venido llorando, que también están pasando por este problema de amedrentamiento”, aseguró De la Cuenca.

Franco de la Cuenca y Alejandro Ledezma, la pareja de “Incas del Gran Poder”, analiza con sus abogados una demanda contra Jacinto Quispaya, presidente de la Asociación de Conjuntos Folclóricos de Oruro (ACFO), ante su postura sobre su participación en la peregrinación del sábado de Carnaval.

“Franco, como Alejandro, junto con un equipo de abogados, estamos evaluando la posición a asumir frente a estos actos de discriminación en función del físico, de la profesión, de la orientación sexual de nuestros clientes, que ciertas personas claramente identificadas se encuentran cometiendo, transgrediendo los tratados internacionales y las leyes nacionales en plena vigencia”, señaló Sergio Niño de Guzmán, el abogado.

“Todo Oruro nos quiere, nos ama; hay señoras que han venido llorando, que también están pasando por este problema de amedrentamiento”, aseguró de la Cuenca.

Estas declaraciones surgen luego de que Quispaya, tras enterarse que la pareja pretendía bailar en el Carnaval de Oruro, indicó que era necesario cumplir requisitos debido a que el evento es de carácter devocional.

La pareja salió a la palestra para descartar su participación, en contra de la postura de Quispaya. “Esperemos que esto cambie”, respondió de la Cuenca.

En ese sentido, señaló a Quispaya como el promotor del amedrentamiento que sufren; contó que incluso buscaron ayuda psicológica.

“Alejandro y mi persona estamos sufriendo un amedrentamiento tremendo con lo que respecta al señor Quispaya y compañía, y lastimosamente eso ha provocado un odio y repudio hacia nosotros injustificadamente por medio de las redes sociales y varios medios de comunicación”.

“Lamentablemente hay personas que están en esa área superior, como ser presidentes de determinado sector, que lastimosamente amedrentan, abusan de su poder”, declaró.

Días atrás, Quispaya, dijo que, si bien no se puede prohibir la participación a nadie, aseguró que “el Carnaval no considera a figuras públicas; peor a gente que en festividades religiosas hayan mostrado una distorsión de la esencia de la danza en la que participaban”.

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